Ahora, ¿cómo se
desarrolla la Victimología a lo largo de la historia?
A razón de los confusos
y excluyentes enfoques perpetuados por algún tiempo, se establecieron límites
como la ley de talión para que existiera una mayor proporcionalidad entre el daño
ocasionado y la pena, como forma de retribución. Uno de los eventos más
preponderantes en la reivindicación de este estudio fue el holocausto judío en
la Segunda Guerra Mundial, donde pensadores involucrados en este evento, como, Hans
Von Henting y Benjamin Mendelsohn fueron los principales precursores de la
visibilización de la víctima dentro del contexto criminógeno. No obstante, se
le atribuye a Mendelsohn la paternidad del término (Zúñiga, R., 2020, pp. 316-317).
Así, a partir de los
años cincuenta este conocimiento comienza a cobrar validez y se establecen
importantes relaciones entre la víctima y el victimario, catalogándose como “pareja
penal”. Asimismo, se desarrollan algunas teorías precursoras que envuelven a la
víctima dentro del fenómeno criminal; por ejemplo, la victimodogmática,
la cual refiere que las víctimas pueden en ocasiones contribuir con la comisión
de los delitos, en forma parcial o total. Y, además, se promueven algunos movimientos
en favor de minorías, que, a su vez colaboraron con la revaloración
de las víctimas dentro de las políticas estatales (Zúñiga, R., 2020, pp. 320-326).
Como anteriormente se
mencionó, Von Henting fue uno de los principales colaboradores en la formación
de esta ciencia, de manera que, delimitó trece clasificaciones de posibles
víctimas, las cuales son divididas en dos grandes secciones, seis categorías
generales y siete tipos psicológicos según los rasgos de personalidad que
presente el individuo. A su vez, Marvin Wolfgang, otro importante personaje de
la época, desarrolla el pensamiento que delimita a la víctima como contribuyente
del infractor en la comisión del delito, estableciendo una relación entre la provocación
y la euforia. Sin embargo, Mendelsohn colabora con la aclaración de ciertos
conceptos promovidos a partir de Wolfgang y agrupa a las víctimas dentro de
tres importantes clasificaciones, esto según el grado de participación o
colaboración que denotara la víctima en el hecho (Zúñiga, R., 2020, pp. 320-321).
Dichas taxonomías
impulsaron a otros autores, como, Landrove, Neuman, Fattah y Pablos de Molina,
a desarrollar sus propias clasificaciones; mejorando y enmarcando así el estudio
de la Victimología desde perspectivas mayormente integrales.
Aunque por muchos años
su estudio fue postergado, actualmente la Victimología comprende un pilar
fundamental para la ciencia de la Criminología, ya que, permite comprender
ampliamente los segmentos poblacionales influyentes en la psicología de la
víctima y el victimario, y los diversos factores geográficos y culturales que
perpetúan actos delictivos, para así mitigar mediante estrategias de prevención
la comisión de delitos que afectan severamente a otras víctimas y el orden
social.
Zúñiga, R. (2020). Fundamentos de Criminología. San José, Costa Rica: Programa de producción de material didáctico escrito.
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